"Mi vida, un disparo a la eternidad"

viernes, noviembre 24, 2006

Anoche tuve un sueño...
...Parecían gente feliz, con mucha tecnología, demasiados lujos, demasiados...
Los más jóvenes ya no recordaban, los más adultos, se resignaban, pero los más ancianos aún añoraban y soñaban el aire fresco, la sensación de pasto bajo sus pies, o el simple sabor de una autentica fruta.

-En el sueño, parecía ser yo un espectador omniciente.- sentía el frío de sus trajes, sentía la costumbre y el vacío en la resignación de aquellos adultos, pero más terrible aun fue sentir la angustia de un anciano en particular.

Este hombre sabía que su muerte estaba cercana.. de pronto recordó un artículo que había leído en alguna pantala digital de periódico la semana anterior en alguna plaza (de cemento y luces, nada de árboles ni pasto). Este artículo hablaba de un supuesta aerolínea que vendía pasajes directo al cielo. Sólo costaba todo cuanto te pertenecía. (debías viajar sin nada).
Sin dudar, concurrió al lugar descrito en la pantalla y entrgó todo cuanto tenía en su poder y se embarcó.

Al subir al avión durmió profundamente todo el tiempo, era un largo camino, hasta que su sueño
fue interrumpido por su compañero de asiento que le comunicaba que el viaje habia llegado a destino.
Al bajar, se encontraba descalzo y sintió algo extraño y húmedo pero agradable bajo sus pies, una fuerte luz que venia desde el cielo lo encandiló, sintió miedo, pero luego recordó que era lo que antiguamente llamaban sol, el viento rozó su cara y secó una pequeña lárgima que rodaba por su rostro. De pronto sintió un aroma, no sabía de que se trataba, pero una nostalgia lo invadió por completo, sintió que algo le rozaba suavemente la espalda y volvió en sí, se dió cuenta de que había permanecido inmóvil desde que había bajado del avión.
Dió la vuelta y se dió cuenta que se trataba de una señora muy agradable, que sin pronunciar palabra alguna lo tomó del brazo y lo llevó a una mesa puesta bajo la sombra de dos grandes árboles, y le puso en frente un plato antiguo de un olvidado material con objetos extraños, aunque al anciano le parecían familiares, por alguna razón le recordaban a su abuela. La amable y hermosa mujer le indicaba que comiera.
El anciano dubitativo, tomó aquel objeto, de color verde y lo llevó a su boca...
No podía creer lo maravilloso de su sabor, luego probó una esfera de color rojo,- la mujer la llamó manzana, que melifluo y novedoso nombre le comentó el anciano- le dió un mordisco y algo sucedió en su interior, de pronto recordó cuando era niño, recordó que existía el pasto, los árboles, las frutas, recordó que el hombre convivía con lo que llamaban naturaleza, y que mas aún se alimentaban de ella, no tenían que fabricar su comida, bebían y respiraban de ella.

La emoción pudo más que él y rompió en llanto de felicidad.
Comprendió que debía entregar todas sus cosas por el pasaje, porque sabían que nadie querría volver.

...Con el sabor de esa fruta en mis labios desperté y una lágrima rodaba también por mi rostro...
solo espero no haber soñado con el futuro..

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal

ecoestadistica.com