"Retomando el camino"

Fue realmente maravilloso y necesario a la vez haber tenido dos meses de tiempo para escapar o por lo menos distanciarse de toda la presión y embotellamiento de la ciudad, en un año especialmente complicado para mi como el recién pasado.
Más que "aventura" como lo hubiera querido antes (que no significa que no las hubo), lo que más rescato de estas vacasiones, y lo que fue más significativo en esta ocación para mi, fue reencontrarme con la naturaleza, la hermosa naturaleza que me recordó que somos parte, todos y cada uno, de una gran creación de amor.
Campos decorados con bandadas de pájaros, interrumpidos en ocaciones por rebaños de vacas y los caballos adornando el camino coronado por dos de los más hermosos y activos aún volcanes, me refiero al volcán Llaima y al Villarrica, fueron el escenario de mis andanzas junto a mi hermana este verano.
La inmensa noche oscura fue parte de nosotros, involucrados con las escalofriantes historias del lugar,
y también dió lugar a cuestionamientos que refuerzan mis creencias.
Tube la suerte de conocer a personas, conocí sus vidas, como salidas de un cuento de adas, y verdaderamente les doy las gracias por lo mucho que le enseñaron a esta común niña de la ciudad.

Ahora ya de vuelta, no olvido todo lo aprendido, a las personas trabajadoras, a los mapuches luchando por su causa, las diferencias que existen, ricos, multimillonarios viviendo junto con los peones y los trabajadores. La sorpresa que me causó ver que espacios grandes de campos, playas, ríos esten cercados y restrigida la entrada a particulares, los mismos que antes fueran de todos los chilenos, los yates, los aeroplanos y helicopteros en caburgua que denotaban la "diferencia". Pero bueno para nadie es una sorpresa, no se por qué para mi si, dicen que el que trabaja con esfuerzo tiene derecho a disfrutar de lo que ganan.
juzgar eso no me corresponde.