"Mi vida, un disparo a la eternidad": agosto 2006

sábado, agosto 19, 2006

Para los que aún no sepan, el día jueves fuí asaltada, no voy a repetir la historia, ya que lo he hecho tantas veces, que ya me aburre; pero sí quiero contar lo que vino después.
Una vez que los inútiles carabineros acudieron a nuestro llamado, proseguimos a dar un par de vueltas por si encontrábamos algo, y fue ahí, donde conocí la famosa población la "patria nueva", que en realidad es un toma, de hace más de 30 años. Ví como otra realidad se esconde detrás de unas calles. Antes había oído hablar de esa población por su fama de peligrosa, pero ese día ví otra cosa.
Muchas veces el pobre es pobre, porque quiere, de flojo, de cómodo, de mal acostumbrados que estan a recibir limosnas. Digo esto porque mientras avanzaba en el auto, observaba a señoras en perfecto estado para trabajar, "echadas" en sillas afuera de sus casas, tejiendo, conversando, o simplemente haciendo nada; hombres también en perfecto estado para trabajar, sentados en las plazas esperando que los hijos salgan a robar a jóvenes iguales a ellos, vuelvan con plata a la casa. Realmente me dan pena.
A raíz de los tirones que sufrí y una antigua lesión en mi muñeca tuve que ir al hospital a constatr mis lesiones, y vino lo más impactante:
No conocía el hospita Sotero del Río, por lo que tuve que pasearme por todos lados buscando el lugar donde debía ir, y ese camino, esos pasillos que recorrí, se encontraban atestados de camillas, gente hospitalizada en los pasillos conectados a una cantidad de tubos y mangueritas y quejándose, camillas corriendo de un pasillo a otro, que realmente prefiero ahorrarme los detalles. Mientras esperaba mi turno también me di cuenta que dentro de todo eso, la gente era amigable, se ayudaba una a la otra, es solidaria, es preocupada, que me puseo en jaque.
Al otro día, iba a la comisaría dispuesta a a conocer la realidad que meimaginaba se vivía en una comisaría; fue decepcionante, yo iba dispuesta a ver acción, no vi nada, fue bastante fome, lo más emocionante que ví, fue a dos caballeros discutiendo por quién chocó a quién.
Todo eso, contand las historias que escuché y me contaron, me hicieron replantearme mi futuro,
¿realmente iba a ser capáz de trabajar con estas personas?
llegué a la conclusión que no tenía cómo saberlo, pero las ganas y disposición seguían en pie.
También lleguamos a otra conclusión con mi hermana. La mayoría de la gente que es víctima de algún delito, no lo denuncia, ni siquiera lo cuenta, que lamentable.
CAda vez que contaba lo que me había sucedido, alguien decía que también le habia pasado hace poco, pero se quedaban callados. ¿Por qué? ¿Acaso no se dan cuenta que guardando silencio les hacen un favor?, realmente no lo entiendo.

jueves, agosto 10, 2006

From Beirut to... those who love us.

(http://www.enredando.dunadigital.com/) Este video fue filmado el 21 de julio en los estudios Beirut DC, un colectivo de cineastas que organiza cada año Ayam Beirut Al Cinema’iya Film Festival. Se produjo en colaboración con Samidoun, una organización de base involucrada en ayuda a víctimas y difusión medial desde el primer día del ataque israelí a Líbano.

miércoles, agosto 02, 2006

El HOMBRE QUE PLANTA ÁRBOLES
Hace más de 30 años que un hombre planta árboles en Vitacura. ¿Está loco?

Un hombre planta árboles en un barrio asesinado. Mientras otros levantan edificios que, probablemente, terminarán por cercarlo, él planta árboles. Árboles chilenos de hoja perenne: mañíos, laureles, peumos fragantes, quillayes crecen lentamente en el patio de un hombre cuya ocupación central es levantar un bosque en el corazón de Vitacura, una comuna de jardines pulcros y ordenados.
Hace más de 30 años que un hombre planta árboles en su jardín. Una araucaria emerge sobre el nivel de los techos de la calle La Perousse e indica el lugar donde vive el hombre que se levanta a las cinco de la mañana todos los días, que no tiene radio, ni televisión, ni teléfono y que, con pasión desesperada y gozosa, suma árboles fragantes a una ciudad que casi ha olvidado respirar.
¿Está loco?... "Viejo loco", rayó un anónimo en la acera de la entrada de la única casa de toda la cuadra sin rejas ni porteros automáticos. No tiene jardinero, porque él es su propio guardabosques. No tiene guardia privado, porque él se deja cuidar por lo que los católicos que lo rodean dicen creer, aunque demuestren lo contrario: el Espíritu Santo. ¡Él cree en el Espíritu Santo y planta árboles! ¡Está loco, por Dios! Y no tiene auto, y es el único que camina en un barrio donde sólo las "nanas" caminan. Lo podrán encontrar en la primera misa de la mañana, solo, rezando en un rincón, como el Idiota de Dostoyevski; solo en la ciudad carcomida por la sospecha y la desconfianza.
El Gigante Egoísta tenía un jardín que no quería fuera visitado por nadie; se atrincheró en su Edén privado. El hombre que planta árboles está siempre en su casa de La Perousse; es el único vecino que uno encuentra en su casa a cualquier hora, el único que te abre sus puertas sin preguntarte tu nombre, para que entres a su bosque. Es el gnomo del último bosque, el último hombre. Te sientas ahí, al caer la tarde, y no puedes creer lo que ves, oyes y respiras. Un choroy agradecido canta, cerca de ti, sin miedo... Una planta que no conocías te dice su nombre. Y el Hombre que Planta Árboles te cuenta su historia, que nadie quiere oír. ¡Está loco, por Dios! Un abogado exitoso, José Luis Vergara Bezanilla, fiscal de una prestigiosa institución, que lo dejó todo el año 1972, para traer árboles de los bosques vírgenes del sur y plantarlos al fondo de su casa. Un hombre que se despierta antes que los demás hombres para plantar y cuidar árboles, y que se acuesta antes, para seguir soñando en un bosque que recibirá un día a los niños que hayan olvidado los nombres de los árboles y sus propios nombres.
¿No le teme a bandas de delincuentes que rondan Vitacura? "No -dice-. Le temo a estos delincuentes que nos roban el cielo, la vista, el agua"-dice mientras señala las amenazantes grúas que comienzan a apoderarse del barrio.
-"¿El agua?" -le pregunto-. "Sí, cada edificio que se levanta le cierra el paso a las aguas de las capas subterráneas que bajan desde las montañas a la ciudad. La ciudad se secará".
El hombre que planta árboles estuvo a punto de irse del barrio, expulsado por el alza de las contribuciones. Ha logrado mantenerse aquí, vendiendo sus cuadros. Mientras otros pintan manchas, abstracciones, esquizofrenias, él pinta árboles y hombres, en delicada y misteriosa unidad. Quizás eso sea lo único cierto, al final: que un hombre y un árbol están "solos sobre el corazón de la tierra, atravesados por un rayo de sol... y de pronto es de noche...".

Una curiosa historia, la leí en la colunma de
Cristian Warnken de el mercurio, curiosa digo porque considerando el entorno en que se rodea José Luis Vergara, considerando que el hombre es un buen abogado, que de un día para otro, lo detenga todo y diga "hasta aquí" y dedicarse a su pasión, que de paso nos beneficia a todos. ¿Hasta qué punto el progreso es bueno para la humanidad?,"Loco" le dicen... que ganas de poder realizar mis locuras!. Admiración sin duda por la valentía de José Luis de hacer algo porla destrucción de la "vida", alegando justamente lo contrario, diciendo que con más edificios y concreto mejorara la calidad de vida...¿!!?
--Los arboles plantados por el cacique Vitacura, no permiten ver la reduccion--
"Y denle con el bosque que impide mirar los árboles, cuya eternidad inferior a la piedra lo es aún más comparada al lenguaje", pensaba Julio César en latín, lengua muerta, mientras el tedioso Coliseo y los cipreses romanos siguen allí (cf. M. Backthine). dice Arturo Montes Larraín, comentando la historia.

Me alegró saber de esta historia, de este caballero, justamente porque recién comienzo a darme cuenta de la importancia de la naturaleza en mí, en nosotros, del peligro en el que está, a darme cuenta de que esta relación tan especial que tengo con mi Dios, la comence a ver reflejada en la maravillosa obra de la naturaleza, comenzaba a estar conectada con ella, mis estados de ánimo, mi felicidad "temporal" siempre estaba influenciada por ella.

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